miércoles, 24 de octubre de 2012

La coherencia: Integrando lenguaje instinto y emociones

El yo mental, el yo emocional y el yo instintivo

Un sencillo método para comenzar a conocer los sesgos que le imprimimos a lo que vivimos consiste en utilizar el esquema de los tres cerebros para conocer cuál es el aspecto dominante Habitualmente, una persona, ya sea por sus genes, o la educación temprana que ha recibido, suele tener un subcerebro dominante y otro menos desarrollado.
Es importante que el Coach sepa con qué parte en esta expedición, ya que si un Coach tiene tendencia a ser emocional, es posible que tenga dificultades con clientes cuyo subcerebro dominante sea el mental, y en muchos casos habrá poca química entre ambos. Esta es una de las razones por la que hemos insistido más arriba que el Coach ha de desarrollar personajes que aunque no se ajusten como un guante a sus procesos automáticos y recursos tradicionales, pueden ser adecuados para acompañar al cliente según el mapa que el propio cliente entiende y le es familiar.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Los maestros



Los maestros son mediadores. Transmiten a otros, sobre todo a quienes son mas jóvenes que ellos, lo que han experimen­tado y aprendido y lo que han adoptado de otros maestros y seguido desarrollando de tal modo que lo han hecho suyo.

sábado, 18 de febrero de 2012

Tristeza y felicidad

Cuál es la relación entre la tristeza y la felicidad. Todo deseamos ser felices y evitar el dolor, aunque el dolor, además de ser fuente de crecimiento, es inevitable. Como consultores en liderazgo, ¿somos capaces de acompañar a nuestro cliente si viene con un tema complejo y doloroso? o bien  ¿lo intentamos sacar de ahí lo antes posible argumentando que es un estado de pocos recursos? Yo diría que es bueno aprender de esa situación y es bueno transitar a un estado de más recursos pero mirando previamente lo que la situación dolorosa nos está diciendo.

Es evidente que a un profesional le resultará complicado acompañar a su cliente a transitar por situaciones que él  mismo desconoce. Así si a mí no me han despedido nunca, me resultará complicado acompañar a alguien en un despido; si no he sido líder de equipos, difícilmente podré acompañar a un líder de equipo en las dificultades con su gente. Si no conozco la muerte nada más que de referencias difícilmente podré acompañar a alguien en un duelo. La experiencia es un grado. No todo es formación, modelos teóricos y homologaciones.

Esto no significa que sólo pueda acompañar allí donde he ido previamente, pero desde luego es deseable.

Un vídeo de dos maestros,
Salu2.